Historia:

Teotitlán del Valle es una de las comunidades zapotecas más antiguas de Oaxaca, con una historia que se remonta a tiempos prehispánicos. Su nombre en náhuatl significa "Tierra de Dioses", pero en zapoteco es Xaguixe, que se traduce como "A la entrada del valle". A lo largo de los siglos, ha sido un centro importante de cultura, tradición y arte textil.

Época prehispánica

La historia de Teotitlán del Valle comienza mucho antes de la llegada de los españoles. Se sabe que la región fue habitada por los zapotecas, una de las civilizaciones más avanzadas de Mesoamérica. Los zapotecas establecieron centros urbanos importantes, como Monte Albán, en las montañas cercanas, que fue la capital de su reino y uno de los primeros asentamientos urbanos de América. Aunque Teotitlán no fue una de las ciudades más grandes, su ubicación en el Valle de Tlacolula lo convirtió en un centro agrícola y artesanal de relevancia.

Los zapotecas de Teotitlán eran conocidos por su destreza en la producción textil, y el uso del telar de pedal, una técnica ancestral que aún se conserva en la comunidad. También desarrollaron un sistema de organización social y política basado en una mezcla de autoridades locales y religiosas, lo cual perduró hasta tiempos posteriores.

La Conquista y la influencia española

Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, Teotitlán, al igual que otras comunidades zapotecas, sufrió una profunda transformación. El proceso de colonización alteró las estructuras sociales y culturales, y el pueblo fue sometido al control del Imperio español. A pesar de esto, los zapotecas, incluidos los de Teotitlán, resistieron de diversas formas, adaptando su religión y costumbres a las nuevas circunstancias.

El catolicismo fue impuesto por los misioneros, pero a la vez, los zapotecas fusionaron elementos de su cosmovisión con las nuevas creencias, creando un sincretismo religioso que todavía se observa hoy en las festividades de la comunidad, como la veneración de la Virgen de la Preciosa Sangre de Cristo. En lugar de sucumbir ante la colonización, los zapotecas de Teotitlán lograron preservar muchas de sus tradiciones y habilidades artesanales, como la elaboración de textiles.

Época colonial y el auge del tejido en lana

Durante la Colonia, los españoles introdujeron el telar de pedal y la cría de ovejas, lo que permitió a los habitantes de Teotitlán perfeccionar su arte textil.

Se convirtieron en expertos tejedores de tapetes y sarapes, una tradición que ha perdurado hasta la actualidad y que es uno de los elementos más representativos del pueblo. La comunidad adoptó el sistema de cargos comunitarios y la organización de mayordomías, estructuras que todavía rigen la vida social y religiosa del pueblo.

La época colonial y la lucha por la tierra

En Teotitlán del Valle, los habitantes indígenas fueron obligados a trabajar bajo este sistema, aunque la comunidad zapoteca no cedió fácilmente a la opresión. Los zapotecas ya tenían una estructura política y social organizada, basada en el sistema de "tequio" (trabajo comunitario obligatorio) y en el respeto a las autoridades tradicionales. La iglesia también jugó un papel importante en la colonización, pues fue a través de las misiones que los españoles impusieron el cristianismo. Sin embargo, en Teotitlán y otras comunidades cercanas, los zapotecas adaptaron el catolicismo a sus creencias ancestrales, creando un sincretismo religioso que se reflejaba en la veneración de las imágenes religiosas y en las festividades.

Además, los zapotecas de Teotitlán continuaron con sus prácticas agrícolas y tejían sus famosos tapetes y textiles, que no solo tenían un valor funcional, sino también simbólico. La producción textil fue una de las pocas formas en que los zapotecas lograron conservar su autonomía económica. Los colonizadores intentaron controlar la producción, pero la habilidad de los tejedores zapotecas en el uso del telar de pedal les permitió mantener su relevancia dentro del sistema colonial.

A pesar de la dominación colonial, los zapotecas no se sometieron completamente. Hubo resistencia, como los levantamientos indígenas que ocurrieron a lo largo de la región de Oaxaca, muchos de los cuales fueron reprimidos de manera brutal. Sin embargo, las comunidades zapotecas lograron mantener una identidad propia y preservar su cultura a pesar de las políticas de asimilación y explotación.

Teotitlán del Valle en la actualidad

Teotitlán del Valle es una comunidad que, aunque ha experimentado los cambios propios de la modernidad, mantiene firmemente sus raíces zapotecas. A lo largo de los siglos, Teotitlán ha sabido resistir las presiones externas, y hoy en día sigue siendo un lugar donde se vive la tradición y se preserva la cultura indígena.

Teotitlán del Valle sigue siendo una comunidad predominantemente zapoteca. Aunque el español es hablado por la mayoría, el zapoteco es una lengua viviente que se utiliza en la vida cotidiana, especialmente entre los adultos mayores y durante las festividades. La lengua zapoteca no solo es un medio de comunicación, sino un vehículo para transmitir la cosmovisión, los valores y las historias de la comunidad. Los esfuerzos por revitalizar y preservar el zapoteco son una prioridad en la actualidad, con programas educativos que enseñan a las nuevas generaciones la importancia de mantener viva su lengua.

La producción textil sigue siendo uno de los pilares económicos y culturales de Teotitlán del Valle. Los tapetes zapotecos son reconocidos mundialmente por su calidad y su complejidad en el diseño. La tradición de tejer en telar de pedal ha sido preservada a lo largo de los siglos, y hoy en día los tejedores de Teotitlán siguen utilizando técnicas ancestrales que se transmiten de generación en generación. Los diseños de los tapetes y textiles zapotecos están inspirados en la naturaleza, en símbolos cosmogónicos y en las creencias ancestrales.