La cuevita
Historia:
La Cuevita, también conocida como Gie Bilie Xnuazh (en zapoteco, “Piedra Ornamentada de la Mujer”), es un santuario en el que los habitantes de Teotitlán han realizado rituales desde tiempos prehispánicos. Se cree que este sitio ya era un punto de encuentro ceremonial para los antiguos zapotecas, quienes lo utilizaban para pedir por buenas cosechas y protección.
Con la llegada del catolicismo, el lugar fue reinterpretado dentro de la fe cristiana y vinculado a la Virgen María. La tradición oral cuenta que en la década de 1990, unos niños que jugaban en la zona encontraron piedras con formas similares a una imagen religiosa. Esto fue visto como una señal divina y llevó a reforzar la devoción del pueblo hacia el sitio. Desde entonces, La Cuevita ha ganado relevancia como un punto de peregrinación anual.






Leyendas y Creencias
Existen varias historias sobre La Cuevita. Una de las más populares dice que la Virgen se apareció a los habitantes de Teotitlán en este sitio, dejando su imagen marcada en la piedra. Otra versión indica que la cueva es un portal de comunicación con los ancestros zapotecas y que aquellos que acuden con fe pueden recibir mensajes o señales sobre su futuro.
También hay quienes creen que el agua que brota cerca del sitio tiene propiedades curativas, por lo que muchas personas llevan recipientes para recolectarla y usarla como protección o remedio para enfermedades.
Festividades y Peregrinaciones
Cada año, del 31 de diciembre al 2 de enero, cientos de personas suben a La Cuevita para pedir por salud, amor, fertilidad y prosperidad para el nuevo año. Durante estos días, las familias llevan velas, flores y ofrendas, y realizan rituales que combinan elementos de la cosmovisión zapoteca con prácticas cristianas.
Algunos peregrinos dejan pequeñas figuras hechas de cera, representando partes del cuerpo que necesitan sanación. También es común que los visitantes realicen promesas y agradezcan favores concedidos durante el año anterior.
A lo largo del año, muchas personas acuden a La Cuevita para realizar peticiones personales, en especial aquellas relacionadas con la fertilidad, ya que se cree que el lugar tiene una energía especial para ayudar a las mujeres que desean concebir.
Importancia Cultural y Espiritual
La Cuevita representa la unión de la identidad zapoteca con la religión católica, reflejando cómo las creencias indígenas han perdurado a pesar de la evangelización. Es un espacio donde la comunidad mantiene vivas sus raíces, fusionando sus antiguas tradiciones con la fe cristiana en una manifestación de sincretismo religioso.
Además de su significado espiritual, La Cuevita es un símbolo de resistencia cultural, ya que demuestra cómo los zapotecas han sabido adaptar sus creencias y preservar sus sitios sagrados dentro de un marco de nuevas influencias.
Para los habitantes de Teotitlán del Valle, este santuario es un recordatorio de su conexión con la naturaleza, con sus antepasados y con la energía que consideran sagrada.

